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Tentudía es paisaje natural. Caminarlo no es sólo moverse en el espacio, es transitar en el tiempo. Visitar en el bosque el antiquísimo pasado, comprender la sabia presencia del hombre en la dehesa, reconocer en la campiña el reciente predominio del cultivo colonizado por interesantes aves esteparias, o incluso penetrar en el vientre de la tierra. El entorno natural de Tentudía, cargado de matices y contrastes que introducen la sierra y la planicie, ofrece una gran variedad de escenarios naturales que dan vida a una rica flora y fauna. Esto, unido a excepcionales observatorios paisajísticos, convierte a Tentudía en un auténtico paraíso natural.

BOSQUE MEDITERRÁNEO

En el macizo de Tentudía, formación que da nombre e identidad a esta comarca, encontramos el punto más elevado de la provincia de Badajoz, con 1.104 m. En esta Sierra, además de pinos y frondosos bosques de castaños, que la cubren de hermosos matices multicolor a lo largo de las estaciones, existe una importante representación del robledal (Quercus pyrenaica) a cuyos pies habita la frágil Centaurea tentudaica.

Podremos descubrir aún reliquias del originario bosque mediterráneo, donde la familia de los Quercus (encinas, alcornoques y quejigos) conviven con un tupido sotobosque formado por aromáticos matorrales y vistosos arbustos; madroños, brezo, durillo y romero, entre otros muchos, dan cobijo a un sin fin de vida natural.

Sin duda, la dehesa constituye la unidadpaisajística predominante en la comarca de Tentudía, considerándose un ejemplo de desarrollo sostenible, al hacer compatible formidablemente la explotación ganadera, cuyo máximo exponente es el cerdo ibérico, con una rica fauna silvestre. Razones éstas, suficientes para valorarla y conservarla.

CAMPO DE CEREALES

Otro escenario, la campiña, resultado de la actividad humana, acoge a una variada representación de nuestra avifauna. Atravesada por un entramado de vías pecuarias, la campiña nos posibilita la observación de especies tan impresionantes como la avutarda, el sisón, la carraca o el aguilucho cenizo, entre otros.

Agroecosistemas Tradicionales, La tierra, el cultivo, y la huella de los agricultores.

CURSOS FLUVIALES

El trabajo y tesón de generaciones de hortelanos y labradores nos han permitido heredar el incalculable valor patrimonial de nuestros ecosistemas agrarios. En forma de huertas y tierras de labor, su diversidad biológica y cultural nos lega el saber atesorado de paisajes labrados y cultivos ancestrales.

Nacen en las sierras de Tentudía importantes afluentes tanto del Guadiana como del Guadalquivir, destacando algunos como el Ardila, declarado Lugar de Interés Comunitario. La vegetación de estos cursos fluvialesforman los llamados bosques riparios o de galería, donde convive una vulnerable fauna, al mismo tiempo, indicadora de la excelente calidad de nuestras aguas.

CUEVAS Y CIMAS

Y, en las profundidades de la tierra, descubrimos un espectacular conjunto geológico en Fuentes de León compuesto por una serie de cuevas y simas declaradas Monumento Natural. Cabe destacar en ellas la presencia de grandes colonias de murciélagos, controladores naturales de plagas agrícolas y forestales, así como la existencia en una de las cuevas de un lago de considerables dimensiones